Planear un viaje al desierto de Marruecos, el Sahara, no es tan simple como parece. Muchos son los detalles a tener en cuenta para que esa experiencia sea inolvidable.
Cuando hablamos de los desiertos de Marruecos nos referimos al gran desierto del Sahara. El cual tiene más de 9 millones de kilómetros cuadrados y es la zona árida más extensa del mundo.
En nuestra visita a Marruecos conocimos ciudades como Fez, Rabat, Casablanca y Marrakech. Pero también hicimos un viaje al desierto del Sahara en Marruecos y queremos contarte nuestra experiencia.
Planear un viaje al desierto de Sahara en Marruecos
Tuvimos un gran problema al querer incluir el desierto del Sahara en un viaje de una semana por Marruecos. La región del desierto donde se encuentran las grandes dunas de arena está muy aislada del resto del país, casi en la frontera este con Argelia. Para llegar allí, es necesario cruzar el Atlas, la cadena montañosa más alta del país.
La red ferroviaria de Marruecos, a pesar de estar muy desarrollada, no tiene ramales que lleguen a esta parte del país. Ir en transporte público, solo es posible con viajes largos en buses nocturnos, que no solo consumirían algunas noches extra en nuestra planificación, sino que nos impedirían conocer todas las bellezas de la región, con sus oasis, montañas nevadas, fauna y flora únicas.
Tras una rápida investigación, nos dimos cuenta que la mejor opción para realizar nuestro itinerario por el desierto de Marruecos era através alguno de los tours organizados, que salen en vehículos 4×4, tanto desde Fez como desde Marrakech.
Reservar un tour por el desierto nos daría la oportunidad de ver todos los lugares de interés del camino. Además de la libertad de parar para hacer fotos donde creyéramos necesario. Y como si fuera poco nos llevaría al Sáhara gastando tan solo dos noches de nuestro paso por Marruecos. Eso era lo ideal y lo que buscabamos para armar nuestro viaje al desierto de Marruecos.
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Tour por el desierto del Sahara en Marruecos
Según nuestro plan, iniciaríamos nuestro viaje por el desierto desde Fez, que entre las ciudades imperiales de Marruecos fue la que elegimos incluir en nuestro itinerario. Con eso, necesitábamos encontrar un recorrido que nos llevara de Fez a Marrakech, que es la dirección “opuesta” a la que normalmente hacen los turistas.
No tuvimos dudas a la hora de reservar el tour de 3 días a Merzouga. El itinerario propuesto era ideal para nuestros planes y, al contrario de lo que suele ocurrir en los recorridos en grupo, tendríamos un coche disponible y con total libertad para tomarnos el tiempo que necesitáramos en cada parada del camino.
Además del vehículo con el conductor que también serviría de guía ya que hablaba en español. El paquete incluía dos noches de alojamiento, la primera en una carpa tradicional del desierto, y todos los gastos de alimentación, a excepción del almuerzo y las bebidas. Esto lo hacía la opción perfecta!
El primer día: de Fez a Merzouga, viajar al desierto del Sahara
Nos levantamos temprano y, como estábamos alojados en el interior de la Medina de Fez, nos dirigimos a la Puerta Azul. Esta sirve como referente para cualquiera que esté en Fez, y fue allí donde nos encontramos con nuestro guía. Tras presentarnos y acomodar el equipaje, salimos rapidamente hacia la carretera.
Mientras nos alejábamos de Fez, nuestro guía nos hizo una introducción a la cultura de Marruecos. Nos contó las diferencias entre las ciudades y los pueblos que habitan cada región, hablando un poco sobre su herencia personal bereber. La gente que vive en los pueblos del desierto, quienes mezclados con las tradiciones y la cultura árabe traída de oriente, formaron el pueblo marroquí.
Tras subir un rato por el Medio Atlas, llegamos a Ifrán, “la Suiza de Marruecos”, que nos hizo notar lo grandes que pueden ser los contrastes entre cada ciudad del país.
Desde allí pasamos por los bosques de cedros y escuchamos sobre la importancia de la madera que allí se extrae en la construcción de las ciudades históricas de Marruecos. En medio del bosque vimos algunos monos típicos de la región y más adelante paramos en un pueblo bereber para intentar fotografiarlos, pero ninguno se decidió a aparecer por allí.
Seguimos serpenteando por las preciosas carreteras marroquíes hasta adentrarnos en el desfiladero de Ziz, un valle inmenso y el primer oasis que vimos. Es surrealista el contraste del cielo con los tonos de la tierra y un inmenso bosque que aparece en el medio. Cada curva generaba la necesidad de parar y fotografiar.
Noche en el desierto del Sahara
Unas horas antes de la puesta del sol llegamos a Merzouga, un pueblo bereber tradicionalmente utilizado como punto de partida para excursiones por el desierto del Sahara. Merzouga se encuentra junto a una zona del desierto del Sahara conocida como Erg Chebbi, donde hay una serie de dunas doradas que forman esa clásica vista del desierto que todo el mundo tiene en la cabeza cuando piensa en ella.
Nuestro tour incluyó una noche en un hotel en Merzouga que ofrece la posibilidad de dormir en tiendas de campaña tradicionales en el desierto. Cuando llegamos, dejamos nuestro equipaje en el pueblo y nos despedimos brevemente de nuestro guía. Desde allí seríamos guiados por el personal del hotel con otro guía, quien nos traería de regreso al día siguiente para continuar nuestro viaje.
Lo normal es que te lleven en un dromedario atravesando el desierto, pero como estamos en contra del uso de animales para transporte, nos llevaron en quad.
Al caer la noche se sirvió la cena y el grupo de empleados del hotel incluso preparó una fogata con los guías reunidos cantando y tocando canciones bereberes con instrumentos de la región.
El segundo día: Amanecer en el desierto del Sahara y el valle del río Dades
Nos levantamos temprano para perseguir el amanecer en el desierto del Sahara y fue una experiencia indescriptible.
De allí volvimos por el mismo camino por el que habíamos venido.
Al llegar a Merzouga finalmente pudimos darnos una ducha y el hotel había preparado un abundante desayuno antes de reunirnos nuevamente con nuestro guía y continuar el viaje.
De vuelta en la carretera, enseguida, nos sumergimos a través de las Gargantas de Tinghir y Todra, las más altas y estrechas de Marruecos. De camino visitamos varios pueblos donde nuestro guía nos indicó que debíamos prestar atención a la vestimenta de la población, mostrando como a través de ellos era posible identificar si eran en su mayoría pueblos bereberes o árabes.
Desde allí nos adentramos en el Valle del Rio Dades, otro de los tantos oasis que vimos durante el viaje, y punto de parada de la segunda noche.
Esta vez nos alojamos en Kasbah Tifawen, donde teníamos una habitación con baño. Allí se sirvió la cena y pudimos disfrutar del atardecer desde el balcón.
El tercer día: la Kasbah, Ouarzazate, el descenso del Atlas y la llegada a Marrakech
El último día salimos rumbo a Marrakech, nuestro destino final. A diferencia de los anteriores, que contaban con más atractivos naturales, este último concentraba atractivos arquitectónicos.
Enseguida visitamos una enorme kasbah, un tipo de castillo/fortaleza muy común en la región. Tan común que la zona es conocida como la ruta de las mil kasbah.
De todos ellos, visitamos la Kasbah Amridil, en el Valle de Skoura, una construcción del siglo XVII. En el interior, guiados por un guía local, entendimos la arquitectura tradicional que tanto vimos.
En media hora tuvimos una clase fascinante sobre arquitectura marroquí hasta el punto de que cada explicación nos hizo sonreír, era tan genuina.
Desde el valle de Skoura continuamos hacia Ouarzazate, la ciudad más grande de la región y un importante centro cinematográfico. Ouarzazate es el lugar elegido por muchas producciones internacionales para las representaciones del desierto hasta el punto de tener allí estudios enteros en funcionamiento permanente.
Más adelante, le pedimos a nuestro guía que nos llevara hasta donde pudiéramos ver, aunque de lejos, la ciudad de Ait Bem-Haddou, un fuerte donde ya se han rodado Lawrence de Arabia, Gladiador y, más recientemente, Juego de Tronos.
Tras pasar por Ouarzazate, alcanzamos una altitud de más de 2000 metros en el Alto Atlas y, a media tarde, ¡pasamos frío! ¡Qué irónico pasar frío en Marruecos a pocas horas del desierto del Sáhara!
Después del almuerzo, continuamos bajando por la cordillera hasta Marrakech. La vista en el camino hacia abajo es maravillosa.
Conclusión sobre nuestro viaje al desierto de Marruecos
Nosotros decidimos hacer la excursión de de 2 noches y 3 días, ya que habíamos usado un par de días para conocer Fez, y queríamos usar otros días para las demás ciudades.
Sin embargo puedes optar por excursiones por el desierto de 2 días y que salen y regresan a Fez o también de 3 días. Otras excursiones como esta también salen desde Fez pero terminan en Marrakech y son de 2 días.
Si tienes más tiempo y aún quieres conocer más del desierto, te recomiendo reservar el Tour de 4 días que inicia en Fez y termina en Marrakech.
Excursiones desde Marrakech para conocer el desierto
Puede que quieras hacer el camino inverso al nuestro y salir desde Marrakech para llegar a Fez. Para ello puedes reservar esta excursión de 3 días por el desierto.
Si quieres salir y regresar a Marrakech entonces te recomiendo reservar la excursión de 3 días o bien esta excursion de 2 días.
Sea cual sea la excursión que elijas, te recomiendo vivir una ruta por el desierto de Marruecos ya que vale realmente la pena.