Cuando empecé a darle forma a mi viaje por Brasil, yo quería conocer alguna ciudad cultural e histórica. Yo ya había leído sobre Ouro Preto en mis clases de Portugués, y después de haberla conocido puedo decir que superó totalmente mis expectativas.
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Como llegar a Ouro Preto
La ciudad de Ouro Preto se encuentra en Minas Gerais, a solo 100 km de la capital, Belo Horizonte. Es un destino tranquilo para visitar, incluso para aquellos que buscan una excursión de un día. Desde Belo Horizonte, hay varias opciones de transporte y excursiones. Incluso los taxi y Uber hacen el viaje a la ciudad histórica. Por lo tanto, asegúrate de visitar Ouro Preto, incluso para un viaje de ida y vuelta.
La principal puerta de entrada para quienes llegan desde otros estados es el Aeropuerto Internacional de Belo Horizonte. Es el aeropuerto más cercano a Ouro Preto y recibe vuelos de todas las regiones de Brasil. No hay aeropuertos en Ouro Preto.
Si estás en Río de Janeiro tienes 2 opciones de buses diarias hacia Ouro Preto.
Visitar la histórica ciudad de Ouro Preto
Que ver en Ouro Preto
Una mañana muy fría pero soleada, llegue desde Rio de Janeiro. Me alojé gratis gracias a Couchsurfing, en una residencia de estudiantes. Mi primera impresión sobre la ciudad me hizo pensar por momentos que me encontraba en algún rincón europeo.
Aquí pueden entrar en discusión muchas opiniones diferentes, sobre el oro que se llevaron a Europa, lo cierto y lo que tenemos que apreciar, mas allá de nuestras opiniones, es el legado arquitectónico e histórico que dejaron los portugueses.
El primer día me dedique a recorrer cada rincón de esta hermosa ciudad. A subir por cuanta cuesta se me ponía por delante. Estas cuestas de adoquines que al otro día hacían sentirle el esfuerzo a mi cuerpo. No podía creer la cantidad de capillas, e iglesias que se construyeron en este lugar. No exagero, pero cada vez que llegas a una, a lo lejos ves otra y cuando vas a esa te encontras otra y así sucesivamente.
Ese día pude apreciar uno de los mejores atardeceres que había visto en mi vida. Desde lo alto de la ciudad, podía ver como el sol caía poco a poco por detrás de las iglesias, dándoles un tono sombrío impresionante.
Recorriendo las Iglesias de Ouro Preto
El segundo día de mi estancia en Ouro Preto, comenzó bien temprano, sabia que tenia mucho por conocer. La primera Iglesia a la que entre fue la de San Francisco de Asís. Su fachada fuera de lo común, en un estilo redondeado rompía todos los padrones de la época.
Cuando entré, se encontraba un guía explicándole un poco sobre la historia de esta iglesia a un gran numero de turistas. Poco a poco me hice uno mas de ese grupo, y que ellos tenían el guía incluido en su excursión. Lo que mas me gusto fue las pinturas en todo el techo. Por detrás de la iglesia, se encuentra una especie de museo, con las pinturas y obras de Aleijaidinho. El fue el mayor representante del estilo barroco en Latinoamérica.
Bien en frente a la iglesia de San Francisco, se encuentra una plaza donde esta lleno de artesanos que trabajan la piedra sabão. Venden desde piezas muy chiquitas hasta esculturas bien grandes. Es totalmente recomendado para llevarnos algún recuerdo de la ciudad.
Seguí mi camino rumbo a la iglesia de Nuestra Señora del Pilar. Me había llamado mucho la atención, como estaba ubicada, bien al comienzo de la calle, o sea que los autos chocaban contra ella, lo que la hacia mas llamativa. Una vez dentro, me sombró las imágenes labradas en madera, y con pelo real. Creo que es propio de la época, pero yo nunca las había visto en otro lugar. Y sin lugar a dudas lo mas llamativo es el altar, con cerca de 500 kg de Oro.
La tercera iglesia a la que entre fue la de Nuestra señora del Carmen. Desde acá se tiene una muy buena vista del poner del sol. Es el lugar ideal para ver la tarde caer. En su interior bellísimos paneles de azulejos decoran las paredes de la capilla menor.
Iglesias son muchas, pero no todas están abiertas para ser visitadas. Estas son las 3 mas visitadas y las que valen realmente la pena pagar la entrada.
En el centro de la ciudad se encuentra la Plaza Tiradentes. Un muy lindo punto de encuentro para los jóvenes y turistas. En un extremo tenemos el Museo de la inconfidencia, y del otro extremo el Museo de Ciencia y Técnica.
La Mina de Oro de Chico Rei
Existe la posibilidad de conocer la mina de oro de Chico Rei. Según cuenta la historia, Chico Rei era un esclavo, que termino comprando con su trabajo la mina de oro y la libertad de otros esclavos y convirtiéndose en rey de Ouro Preto.
No recomiendo entrar a la mina a aquellas personas que tengan claustrofobia, y que se ingresa por una especie de túnel y en partes se van haciendo muy estrechos. Para los que se animan, es totalmente recomendable, se llega hasta una cueva donde todavía se pueden ver incrustaciones de oro. Es imprescindible visitar alguna de las minas de oro en Ouro Preto, ya que forman parte de la historia de la ciudad.
Las fiestas en Ouro Preto
Ouro Preto al ser una ciudad universitaria está lleno de estudiantes y por ende tiene mucha vida nocturna. Ya sea en fiestas organizadas por la municipalidad, o en las residencias de estudiantes, siempre hay algo. Donde yo me alojaba me habían dicho que ese mismo día iba a llegar un colombiano. Se hizo la noche y el colombiano nunca llego. En medio de la madrugada escuche que tocaban timbre desesperadamente.
Como yo no era el dueño de casa no podía abrir. Lo que hizo fue saltarse el paredón de adelante, e intentar forcejear la ventana. Fue justo cuando una de las chicas de la residencia se levantó muerta de miedo y le abrió. El chico estaba muy borracho. Al otro día me contó que estaba yendo a la residencia donde estaba yo, y que vio que en una casa había fiesta. Se puso a hablar con algunos chicos y lo invitaron. Pero si Ouro Preto es una ciudad que da para perderse estando frescos, imagínense con varias copas encima. Pero en el fondo era muy buena persona el colombiano, hacia 2 años que estaba viajando sin parar y entablamos una linda amistad.
Le agradezco a esta ciudad porque me permitió por momentos viajar en el tiempo, olvidarme que estaba en Brasil y sentirme en el 1700. La arquitectura y cada rincón de la ciudad, aunque no quieras, te trasladan hacia otra época.
Y vos que lugar has conocido que por momentos te ha permitido viajar en el tiempo?