Porto Alegre me venia como anillo al dedo ya que estaba muy cerca de Argentina. La idea era irme desde ahí en bus hacia Buenos Aires, pero consultando el precio del pasaje me di cuenta que no me alcanzaba el dinero que tenia. Cuando dije que estaba en la ruina no mentía. Buscando combinaciones encontré que yendo desde Porto Alegre hacia Alegrete (una ciudad Brasilera), y desde ahí a Buenos Aires, era mucho mas barato que hacerlo directo. Por eso esta bueno buscar siempre todas las opciones posibles si queremos ahorrarnos algo de dinero.
Conseguí alojamiento gratuito en una casa de familia, por lo que me quedaría durante 2 noches. Me fueron a buscar al aeropuerto y directamente desde allí me llevaron a conocer el Morro dos Ossos. Este es un parque natural de 143 metros de altura, desde el que se pueden tener vistas increíbles del Lago Guaíba, el delta del Jacuí y otros morros. El lugar aparte te envuelve con su paz absoluta y el sonido de la naturaleza.
Luego me llevaron a conocer la costanera del Rio Guaíba (o lago). Es impresionante como la mayoria de las personas, muchas familias van caminando y tomando mates (Chimarrao). Ver el atardecer en este lugar es fantástico, es bastante tranquilo y familiar el ambiente.
Vida Nocturna en Porto Alegre
A la noche fui a conocer un poco de la vida nocturna a la Cidade Baixa. Es como un barrio Bohemio en donde se centra la movida en 3 calles. Una de ellas donde están los restaurantes, y las otras dos donde hay bares y pubs. Se ve mucha gente joven por todos lados, lo que es un buen clima para dar una vuelta.
Otro lugar para ir a tomar algo es en la calle Padre Chagas en el barrio Moinhos de Vento. Muchos van a hacer tiempo a esta zona para luego ir a las discotecas.
Que ver en Porto Alegre; Día 2
Desperté temprano y aquel día domingo me sorprendía con su lluvia. Pero eso no era impedimento para salir a conocer mas de esta ciudad que me había presentado el destino. Luego de desayunar salí a caminar rumbo al Parque da Redencao.
Este parque es muy popular y concurrido por los locales. Las familias lo frecuentan mucho, van a tomar mates mientras los niños juegan. En su espacio de mas de 40 hectáreas, hay un lago artificial, una pista de atletismo y aparatos para hacer gimnasia.
Como era domingo, habían armado la tradicional feria de artesanías ( Brique da Redencao) y productos orgánicos. A pesar de que el tiempo era inestable, había una gran cantidad de puestos abiertos. El ambiente es muy familiar y todo ocurre con tranquilidad.
Almorzar en Porto Alegre
Llegando el medio día, fui invitado a almorzar a una parrilla de las mas famosas de Porto Alegre. Apenas me senté, se acerco el mozo para ver que quería beber. Luego de pedir y de servirme la bebida empezaron inmediatamente a traer ensaladas y papas fritas. Y a los 2 segundos empezaron a pasar con bandejas de carne. No alcanzaba a terminar de comer algo que ya me ofrecían mas. La verdad que nunca el servicio fue espectacular y el asado (Churrasco) exquisito.
Como dice el dicho, panza llena corazón contento, luego de comer salí con muchas ganas a seguir recorriendo Porto Alegre.
La primera parada fue la Usina del Gasómetro. Este lugar durante mucho tiempo fue el responsable de proveer de energía a toda la ciudad. Luego de haber estado sin uso durante muchos años, hoy es un centro cultural. Ademas de ser un espacio para exposiciones, tiene un teatro, un cine y aulas para diversos cursos. Es un paseo familiar y ademas cuenta con unas terrazas que te permiten tener unas vistas espectaculares de la ciudad.
Continué caminando rumbo al Beira Rio, estadio del Inter. En el camino lloviznaba por momentos, pero como era mi ultimo día nada me iba a detener. Al llegar, me sorprendió mucho como los fanáticos del club habían hecho una especie de santuario para uno de sus ídolos máximos que había fallecido hacia pocos días. Estoy hablando de Fernandao, el eterno «Capitao» como podía leerse en la mayoría de los carteles y banderas. Era muy emocionante ver los mensajes de agradecimiento y de tristeza que dejaba el difunto jugador.
Regrese del estadio en un bus, ya que había caminado bastante. Al bajar seguí recorriendo la parte histórica de la ciudad. Sin querer encontré un museo militar en donde había tanques de guerra y diferentes tipos de armamentos. Como el ingreso era gratuito, no lo dude y entre a curiosear un poco.
Llegando a la parte de la Plaza de la Matriz se pueden ver edificios históricos como el teatro San Pedro y el Palacio Piratini. En la parte histórica también está la Catedral Metropolitana, museos y diferentes edificaciones de época.
Realmente Porto Alegre es una ciudad que me gusto. Es una ciudad que me acerco mucho a mi país en cuanto a costumbres como el mate, el asado y diferentes palabras que usan. Fue como un acercamiento antes de regresar del todo a mi Argentina querida.
