Antes de viajar a Kerala poco sabia de ese estado del sur de la India. Ademas como sucedió todo tan rápido no tuve tanto tiempo de investigar ni tampoco lo quise hacer. Fue así que viaje esperando que el lugar me sorprenda, sin saber con lo que me iba a encontrar.
Luego de casi 3 días de viajes y escalas, llegue entrando la madrugada al aeropuerto de Cochi o Cochin como se lo llama oficialmente. Y allí estaban esperándome con un cartel con mi nombre y con un ramo de flores. En la Escala en Doha en Qatar había encontrado a Joseba del blog organizotuviaje.com quien sería mi compañero de habitación durante casi todo el viaje.
Eran casi las 3 de la mañana y a la salida del aeropuerto ya me podía imaginar lo que iba a ser el clima durante esos 17 días en Kerala. Era un calor intenso y extremadamente húmedo.
Al subir a la camioneta que nos llevaría al hotel note que manejaban por la izquierda, algo que me costó bastante acostumbrarme. Durante el camino me llamo mucho la atención la cantidad de iglesias católicas que íbamos cruzando. Te puedo decir que solo no vi ni un templo de otra religión durante el trayecto.
Al segundo día y ya con todos los participantes de este blog trip presentes, se dio la inauguración oficial del Kerala Blog Express 6ta edición. Fue en el Hotel Hyatt donde estaban presentes las autoridades de turismo del gobierno, y todos los tour operadores. Después de contarnos como fue el proceso de selección, y que es para ellos Kerala fue turno de presentarnos frente a todos. Pasamos uno a uno a contar de donde eramos, si escribíamos en un blog y nombrábamos nuestro Instagram. Eramos 26 blogger, youtuber e instagramers de 21 países diferentes.
Terminada la ceremonia de presentación nos esperaba un manjar para empezar a tener idea de como sería la comida India. Yo soy bastante especial a la hora de comer, pero me propuse comenzar a probar comidas nuevas. Me serví un poquito de cada cosa como para ir probando. La comida no es fea, pero juro que es picante, pero por demás. Y a eso hay que sumarle que condimentan todo, y lo vuelven a condimentar. Así que imagínense el sabor de las comidas, tenes que tener siempre un gran vaso de agua cerca.
Luego de haber almorzado, nos hicimos la foto oficial en el bus que nos trasladaría por todo el estado de Kerala durante 16 días. En ese momento parecíamos famosos, ya que estaba lleno de fotógrafos, fue una sensación poco normal y rara a la vez.
Esa misma tarde fuimos a recorrer varios puntos de Cochi. La primera parada fue en el museo contemporáneo Biennale, que es la muestra de arte contemporáneo mas grande de India. La iglesia San Francisco fue la segunda parada, cuenta con la particularidad de ser la iglesia europea mas antigua de la India. Aún puede verse la tumba de Vasco da Gama en ella. Algo que ya comenzaba a llamarme la atención era el tener que entrar descalzos a este tipo de templos.
Seguimos recorriendo las antiguas redes de pescas chinas, que todavía se utilizan en la actualidad. Este medio de pesca le permite a miles de personas ganarse la vida. Y regresamos al hotel en bote, donde ya había empezado la fiesta del Holi. Esta fiesta da inicio a la primavera, en la que las personas lo celebran tirándose polvos de colores y agua con pintura. Había Djs, barra libre y comida tipo buffete. Yo solo comí postres, y estuve un buen rato en la cascada de chocolate.
El siguiente día nos llevaría a subirnos a unas casas barcos. Cuando lo leí en el itinerario no le tenia mucha fé, pero luego de conocerlas puedo decir que fue una experiencia increíble. Los barcos van navegando por una especie de canales. Están totalmente equipados, tenían 2 habitaciones, con televisión y aire acondicionado. El comedor en el medio, la parte de adelante era una especie de living, y en la parte trasera estaba la cocina. Dormir en el barco es muy relajante, ya que se escucha el sonido del agua.
La mañana siguiente fue momento de hacer algo de deporte, nos tocaba bicicletas y kayak. Comencé por lo primero, un guía nos iba marcando el camino. Pasamos por parte de una pequeña aldea, por la ruta, y por caminos poco transitados y con mucha naturaleza. Era increíble cruzar a las personas y que nos saludaran al pasar. Al vernos se les dibujaba una sonrisa en su rostro. Cuando los niños nos veían pasar, salían rápidamente de sus casas y nos hacían sentir todo su cariño. Esas cosas tan simples te llegan al alma.
Al caer la tarde fuimos a una aldea en la que nos enseñaron como trabajaban con los productos que les brinda la naturaleza. Con la fibra de las plantas de coco de manera muy artesanal las van uniendo hasta formar cuerdas muy resistentes. Utilizan hojas de una planta en especial para hacer shampoo, y es increíble ver como hace espuma al triturarla. La ceniza de las sobras del arroz, la utilizan para lavarse los dientes, y vaya que tienen dientes blancos. Y las hojas de las palmeras también las dejan secar y las van entrelazando hasta formar excelentes alfombras. Una genialidad como se abastecen con los productos que les da la madre tierra.
En Kerala es increíble la cantidad de naturaleza que hay y eso no me lo había imaginado. El slogan que utiliza el departamento de turismo es «God’s Own Country», el propio país de Dios. Y no es para menos es un estado favorecido por «Dios». Hay lugares de ensueños como lo son las Athirappily Falls. Tres cascadas que forman un paisaje espectacular. Almorzamos con las vistas de esas tres magnificas cascadas, y luego bajamos a conocerlas de cerca. Yo creo que podría estar horas y horas viendo como el agua cae, sin cansarme. Fue uno de los lugares mas increíbles que conocí en Kerala.
Hay muchas reservas naturales en el estado, las cuales se encargan de cuidar y proteger a los animales silvestres que se encuentran en esa región. Visitamos 2, pero en ninguna pudimos ver ni elefantes ni tigres. En el Parque Nacional el Periyar anduvimos en un catamaran, tratando de ver algunos animales. Si bien no pudimos ver los que todos queríamos, hubieron otros que si andaban en su estado mas puro.
Otra experiencia que no le tenia mucha fe y que me termino cerrando la boca fue el día de camping. Las tiendas de campaña se encontraban en Munnar y allí pasaríamos la noche. No solo eran muy cómodas las carpas, si no que ese lugar me permitió poder despejar la mente, llenarla de ideas ya que existía una paz increíble. Al anochecer comimos pollo a la parrilla ( un manjar después de tantos días de comida picante) alrededor de un gran fogón que habían prendido. A las 4 de la mañana subiríamos a la cima del Phantom Head Peak para contemplar el amanecer.
La subida fue bastante dura, y mas en la oscuridad, pero al llegar a la cima todo cambio. Aún era de noche, estaba todo estrellado y el silencio se apoderaba de la inmensidad. Fue cuando empezó a asomar el sol, y el paisaje se empezó a tornar mas y mas increíble. No se puede describir con palabras lo hermoso que fue ver ese amanecer en la cima de la montaña. Al descender, no esperaba un rico desayuno entre plantaciones de té.
Dejando el campamento nos dirigimos a una fabrica de té que se encuentra también en Munnar. Les estoy hablando de la fabrica Lockhart Tea en la que es posible ver todo el proceso de elaboración de esta infusión. Pude ver donde las hojas se encuentran en reposo y con la temperatura adecuada, hasta donde son secadas, trituradas y luego embolsadas. Nos explicaron que tipo de hojas es para cada té en especial y al finalizar pudimos degustar las diferentes clases.
Otro de los lugares que conocimos fue un centro en los que hacían instrumentos de percusión. Ademas de almorzar, pudimos ver una obra de Kathakali. Es un estilo de danza teatral en la que se va narrando una historia, y sus actores, siempre hombres, la van interpretando. Lo hacen siempre moviendo las manos y los músculos faciales. Por momentos se torna un poco violenta y hasta da un poco de miedo, por lo menos esa fue la historia que narraron.
Para continuar con mi admiración por Kerala, conocimos el Parque Natural Jatayu, en Kollam. Ademas de todas las atracciones que hay allí, se encuentra el monumento a un ave mas grande del mundo. Se trata de una escultura de sesenta metros, que esta en la cima de una montaña. Es increíble verla de cerca y comprobar su magnitud. Dentro hay un teatro y un mirador que todavía está en construcción.
Una de las últimas noches en Kerala, tomamos el tren de regreso a la capital del país. Todos teníamos mucha incertidumbre por lo que podía pasar allí dentro, ya que nos íbamos a mezclar con gente local. El tren era muy precario, y al lado mio primero tenia 3 personas que no dejaban de mirarme. Al cabo de una hora me dormí, y solo me desperté unas 2 o 3 veces durante las 12 horas de viaje. Solo se escuchaba el ronquido de algunas de las 7 personas que iban en mi vagón. El viaje se me hizo muy corto, y puedo decirte que fue una muy buena experiencia haber viajado en ese tren.
Los hoteles en Kerala
Nos alojamos en hoteles de todo tipo, perdí la cuenta de cuantos fueron pero no menos de 10. La mayoría eran arriba de 3 estrellas y resorts. Cada vez que llegábamos a uno, nos recibían con algún tipo de ceremonia, nos colocaban una corona de flores, nos pintaban el puntito en la frente y nos daban algo para tomar. Todo el personal estaba afuera para recibirnos, y cuando nos íbamos para saludarnos. En todo momento estaban pendientes de que no nos faltara nada. Hasta en un hotel nos recibieron con alfombra roja, y a medida que caminábamos nos tiraban pétalos de rosas. Por dentro pensaba si merecía tanto recibimiento así!. Recibí tantos regalos en esos días que tuve que facturar mi mochila porque ya no iba a poder pasar como equipaje de mano.
La mayoría de las veces dividían el grupo en 2 o en 3, e íbamos a diferentes hoteles. Ya voy a escribir un articulo sobre los hoteles en los que nos alojamos.
Tengo mucho para contar sobre esta gran experiencia en Kerala, pero les sintetice un poco de lo que fue este viaje. La verdad que nunca voy a olvidar lo serviciales que son los Indios, como se desvivían por atendernos. El cariño que nos daba la gente cuando pasábamos en el bus, o recorríamos algún lugar. Todas estas pequeñas actitudes te llenan el alma y serán imposibles de olvidar. Fueron 17 días en el que forme parte de una gran familia de 26 bloggers mas todos los que nos acompañaban día a día e hicieron posible este viaje. Les voy a estar siempre inmensamente agradecido.