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Islas Cíes e Isla de Ons para descubrir la naturaleza atlántica

Situadas frente a las costas gallegas, las Islas Cíes y la Isla de Ons representan dos de los espacios naturales más valiosos del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia. Estos archipiélagos no solo destacan por su belleza paisajística, sino también por ser refugios de biodiversidad marina y terrestre.

Durante los meses de primavera y verano, su acceso regulado permite que la experiencia del visitante sea respetuosa con el entorno, favoreciendo el disfrute de playas de arena blanca, aguas cristalinas, rutas de senderismo bien señalizadas y miradores naturales con vistas espectaculares. Explorar estos paraísos gallegos es sumergirse en un entorno donde la naturaleza manda, lejos del bullicio urbano.

Contenidos

    Islas Cíes: playas, rutas y entorno protegido

    El archipiélago de las Islas Cíes, formado por las islas Monteagudo, do Faro y San Martiño, se ha ganado su reputación como uno de los destinos costeros más asombrosos del norte de España. La Playa de Rodas, con su particular forma de media luna y sus aguas turquesa, fue declarada en su día la más hermosa del mundo por The Guardian. Pero más allá de su playa emblemática, las Cíes ofrecen un ecosistema frágil y lleno de vida.

    Para acceder al archipiélago, es posible reservar un trayecto en barco Islas Cíes, que conecta los puertos gallegos más cercanos con esta joya natural. El número de visitantes está limitado por día, lo que garantiza una experiencia más tranquila y una menor presión sobre el ecosistema.

    La red de senderos permite elegir entre diversas rutas que atraviesan bosques de pinos, acantilados y observatorios ornitológicos. Una de las más transitadas es la ruta del Alto do Príncipe, desde donde se obtiene una vista panorámica de la isla do Faro y el icónico istmo de Rodas.

    Isla de Ons: tradición marinera y tesoros ocultos

    La Isla de Ons, frente a la ría de Pontevedra, conserva una esencia más salvaje y menos transitada que su vecina Cíes. Aquí la tradición marinera permanece viva entre las casas dispersas de su pequeño núcleo poblacional. Quienes recorren la isla a pie descubren no solo sus playas escondidas, sino también grutas naturales y una tranquilidad difícil de encontrar en otros destinos costeros.

    Una diferencia destacable con respecto a las Cíes es la posibilidad de pernoctar en Ons. El área de acampada permite una estancia prolongada para disfrutar de sus puestas de sol, de cielos limpios ideales para la observación de estrellas y del entorno sin prisas.

    Cómo llegar y vivir la experiencia completa

    El acceso a ambas islas está regulado y exige reserva previa. El transporte más común y eficiente es mediante ferry Islas Cíes, con salidas desde distintos puertos como Vigo, Cangas o Sanxenxo. Durante la temporada alta, la frecuencia de los trayectos se intensifica para atender la creciente demanda de visitantes.

    Además del traslado, algunas rutas en barco incluyen explicaciones sobre el parque natural, su fauna, flora y normativa de conservación. Este tipo de experiencia guiada permite no solo disfrutar del paisaje, sino también comprender la importancia de conservarlo.

    Para quienes deseen una experiencia más amplia por la ría, existen propuestas como un paseo en barco mejillones, en el que se visita una batea tradicional y se degusta el producto en alta mar. Esta combinación entre naturaleza, cultura gastronómica y navegación convierte la visita en un recuerdo inolvidable.

    Actividades recomendadas en las islas

    Ambos destinos están pensados para quienes valoran el contacto directo con la naturaleza. Aunque no cuentan con construcciones hoteleras, sí ofrecen servicios mínimos durante la temporada, como puntos de información, aseos, restaurantes o áreas habilitadas para descanso.

    Entre las actividades más valoradas se encuentran:

    • Senderismo por rutas señalizadas, con distintos niveles de dificultad.
    • Avistamiento de aves, ya que las islas son zona de cría de especies como la gaviota patiamarilla o el cormorán moñudo.
    • Snorkel o baño en calas protegidas, con aguas frías pero cristalinas.
    • Fotografía de paisajes, sobre todo desde miradores como el de Fedorentos en Ons o el Faro da Porta en Cíes.

    Una opción muy valorada por el visitante es contratar excursiones Islas Cíes que incluyan tiempo libre para explorar, explicaciones culturales y asistencia durante el trayecto. Esto facilita el acceso a quienes visitan por primera vez y desean una experiencia guiada y segura.

    Importancia ecológica y protección del entorno

    Ambas islas forman parte del Parque Nacional desde el año 2002 y están sujetas a estrictas normas de protección. Esto implica la prohibición de acampar fuera de zonas habilitadas, recoger flora o fauna, dejar residuos o acceder a áreas restringidas.

    La sostenibilidad es la clave para que estos espacios puedan seguir recibiendo visitantes sin perder su esencia. En este sentido, el comportamiento del turista es fundamental: respetar los senderos, mantener el silencio en zonas de anidamiento y recoger la basura generada son gestos imprescindibles.

    Lo que permanece después de la visita

    Las Islas Cíes y la Isla de Ons no solo se recuerdan por sus paisajes, sino por la sensación de haber formado parte —aunque sea por unas horas— de un entorno privilegiado. No hay espectáculos artificiales, solo el sonido de las olas, la brisa salina y la belleza natural de Galicia en estado puro.

    Autor

    • Soy Leo, tengo 34 años y hace más de 12 años que viajo por el mundo. Mi gran pasión es conocer nuevas culturas, y luego poder escribir mi experiencia en este blog de Viajes para poder ayudarte. Soy un convencido de que todo es posible para aquel que sueña y lucha por alcanzar esos sueños.

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